Episodio 224 - "Vivir juntos, morir solos"
Segunda parte

Emisión Original: 24 Mayo 2006



Escrito por: Damon Lindelof & Carlton Cuse
Dirigido por: Jack Bender






Sayid está rezando en el barco de vela. Ha colocado una manta sobre la cubierta y se inclina repetidamente sobre ella, diciendo sus oraciones en árabe.


Jin le sonríe a su esposa y en ese momento ve algo en la orilla. Corre a avisar a Sayid mientras Sun se hace cargo del timón y le da los prismáticos.

Jin: ¡Sayid! Toma.

Sayid mira a través de los prismáticos y descubre la formación rocosa con el agujero en medio.


Sayid: Esa es la piedra que describió Michael. Hemos llegado.


Charlie y Eko caminan por la selva. Charlie mira a su alrededor como si buscara algo.

Eko: Rápido, por favor.

Charlie: Espera, Hurley me lo enseñó. Está aquí por alguna parte. Seguro que está en algún sitio...

Eko: Rápido, Charlie. El tiempo corre, Charlie.

Charlie retira unas hojas y dentro de un trapo encuentra los dos cartuchos de dinamita que Hurley escondió después de volar la puerta del búnker... y a Arzt. También hay un rollo de hilo de mecha.

Charlie: ¡Sí! ¡Aquí está! ¡Te lo dije! [Eko coge los cartuchos] Cuidado. Cuidado. La dinamita es muy inestable. No vayas a acabar como el Dr. Arzt.

Eko le observa sin estar muy seguro de a qué se refiere.


Charlie y Eko entran en el búnker.

Charlie: Cuidado. Eko... ¡Eh! Eko. Escucha... ¿Y si les herimos? ¿O hacemos que el ordenador explote?

Eko: Puedes irte, Charlie.

Charlie intenta avisar a Locke y a Desmond de lo que se les viene encima si no ceden y abren las puertas de emergencia.

Charlie: ¡John, soy Charlie! Vamos a arreglar esto, John. [Eko comienza a insertar la mecha en uno de los cartuchos] ¡John! Eko está muy nervioso, John. Abre la puerta para que podamos hablar. John, deberías saber que Eko va a volar la puerta de emergencia.

Locke: ¿Volarla con qué?

Charlie: Con dinamita del viejo barco que hay en la selva.

Locke parece bastante preocupado y se vuelve para mirar a Desmond, intentando decidir qué hacer.

Desmond: Haría falta una bomba atómica, hermano. Dile que no se moleste.

Locke: ¿Estás seguro de que aguantará?

Desmond: Estoy seguro.


Flashback. Desmond coloca un carrito metálico totalmente abollado debajo de una de las puertas de emergencia mientras Inman vierte un poco de detergente líquido en una taza y lo remueve con una brocha.

Inman: ¿Estás listo?

Desmond: A lo mejor deberías hacerlo tú.

Inman: Vamos, Des, ya me has visto hacerlo cien veces.

Desmond se acerca a uno de los paneles de control y junta dos de los cables entre sí. Saltan varias chispas y las puertas de emergencia comienzan a bajar y escuchamos la cuenta atrás por los altavoces. Una de las puertas choca con el carrito y se detiene, dejando una abertura de medio metro más o menos, por la que salir de la habitación. Inman se aproxima a otra de las puertas con la taza en la mano, preparado para seguir dibujando el mapa.

Desmond: ¿Y cómo logras acordarte de dónde lo dejaste?

Inman: Despacio, Des, muy despacio. Tú deberías haber visto a Radzinksy hacer esto. Tenía memoria fotográfica. Es decir, todo esto fue idea suya.

Desmond: Sí, claro. Radzinksy. Radzinksy descubrió como fingir un bloqueo. Radzinksy dibujó ese gran mapa invisible. Más y más historias de tu antiguo compañero, pero por alguna razón nunca quieres contarme qué le pasó.

Inman se acerca adonde se encuentra Desmond y señala algo en el techo.


Inman: ¿Ves aquella mancha marrón allí? Eso es Radzinksy. Se metió una escopeta en la boca mientras yo dormía. Y lo peor de todo es que sólo tuve 108 minutos para enterrar al pobre bastardo.

Desmond: Bueno, si no quieres que yo me vuelva loco... Déjame salir la próxima vez.

Inman: Oh, ¿quieres salir allí fuera con la cuarentena y los hostiles?

Desmond: ¡Hace dos años que no he salido! ¡Sí, quiero salir! ¡Estaba en el ejército, por amor de Dios!

Inman: Oh, es verdad. El Ejército de su Majestad, ¿verdad? Dime, Desmond, ¿por qué dejaste el ejército de esa dama tan agradable? Oh, ya me acuerdo. Te expulsaron porque no sabías seguir órdenes.

Desmond: ¿Y por qué dejaste tú tu ejército, Kelvin?

Inman: Porque los hombres seguían mis órdenes. Pero entonces, gracias a Dios, me uní a la Iniciativa Dharma. "Namaste, gracias y buena suerte”. [Se ríe]

Desmond: Por favor, Kelvin. Déjame salir. Sólo una vez.

Inman: Lo siento, Des. Te quedas aquí. Para apretar el botón. Es una orden.

Fin del flashback.


De vuelta en el búnker vemos a Charlie golpeando la puerta de emergencia.

Charlie: ¡John! En serio, vais a saltar por los aires.

Eko esta a punto de acabar con la dinamita.

Charlie: [A Eko] Eh. ¿Y si John tiene razón? Puede que todo sea una inmensa broma. Ya sabes, sólo es un viejo ordenador que no está conectado a nada. Puede que sólo sean un montón de cables que...

Eko empuja a Charlie contra una de las paredes y le arranca el cinturón de un tirón. Lo lanza al otro lado del pasillo y vemos cómo se desvía de su trayectoria hasta que la hebilla se queda pegada a la pared magnética.

Eko: ¿Eso es una broma?

Charlie: Yo me largo de aquí.

Eko vuelve junto a la dinamita mientras Charlie recupera su cinturón.

Eko: John, es tu última oportunidad para acabar con esto. Abre la puerta y te perdonaré.

Locke: ¿Me perdonarás por qué?

Eko está listo para encender la mecha.

Charlie: Eh. ¿Eko? Espera. [Eko se santigua. Que sea lo que Dios quiera] Espera un segundo. No... no creo que sea una buena idea, Eko. [Eko enciende la mecha] Estamos en un área muy pequeña.

Eko se sitúa detrás de la pared mientras Charlie sale corriendo.

Charlie: Oh. ¡Mierda!

Se produce una inmensa explosión y una bola de fuego persigue a Charlie mientras corre por el pasillo tratando de salir del búnker.


Flashback. La alarma suena y Desmond se despierta.

Desmond: ¡Kelvin! ¡Eh, Kelvin!

Desmond corre hacia el ordenador e introduce los números. Entonces escucha a Kelvin cantando y descubre una botella de licor en el suelo del búnker. Desmond abre una rejilla que hay en el suelo, se introduce en el conducto y ve a Kelvin medio tumbado en el suelo, sosteniendo una llave que cuelga de una cadena.

Inman: No pude hacerlo. No pude hacerlo.

Desmond avanza hasta donde se encuentra Kelvin. Junto a él, en el suelo, una tapa abierta deja ver una especie de cerradura, y un letrero que dice: Cuidado, Finalización del Sistema. Kelvin hace oscilar la llave sobre la cerradura.

Desmond: ¿Qué es esto?

Inman: Es la otra forma de salir, compañero.

Desmond: ¿De qué estás hablando?

Inman: A prueba de fallos. Gira la llave y todo esto se acaba. [Hace un gesto con las manos como simulando una explosión]

Desmond: ¿Qué hay detrás de esa pared, Kelvin? ¿Cuál fue el "incidente"?

Inman: Electromagnetismo. Geológicamente único. El incidente... Hubo una fuga. Así que ahora el voltaje se acumula y cada vez que apretamos el botón... se descarga. Antes de que sea demasiado grande.

Desmond: ¿Por qué nos obligan a hacerlo, apretar el botón? Si podemos, si podemos...

Kelvin no puede contener la risa.

Inman: [Cerrando la tapa] Esa es la cuestión, Desmond... ¿Tienes el valor necesario para tirar de ahí, abrir el dique y hacer que todo explote?

Fin del flashback.


En el búnker Desmond trata de escuchar algo tras la puerta después de la explosión.

Desmond: Creo que tus amigos han saltado por los aires, hermano.

Locke: No son mis amigos. (Oh, oh)

Desmond: No puedo oír nada. A lo mejor deberíamos abrirla.

Desmond se dirige hacia el panel de control para deshacer el bloqueo.

Locke: ¡No, no! Es un truco.

Desmond: ¿Un truco? Puede que estén heridos. ¿El médico está por aquí?

Locke: Nuestro médico está... Dios sabe dónde. Y seguro que le importa un pimiento lo que está pasando aquí.

Desmond: ¿Puedo hacerte una pregunta, hermano?

Locke: Claro.

El contador señala 33 minutos.

Desmond: La razón por la que dejas que el contador llegue hasta el final... ¿Es porque necesitas mirar el cañón de una pistola para descubrir que realmente crees, John?

Locke: Miré dentro del cañón de una pistola, y creí. Pensé... Que era mi destino, llegar a este sitio. Y entonces alguien murió. Un joven.... Porque fue lo bastante tonto como para creer que yo sabía de lo que hablaba. Y la noche en que murió por nada yo estaba sentado ahí arriba, [Señala hacia la superficie] solo, golpeando la maldita escotilla con mis manos ensangrentadas. Gritando al cielo para que me dijera qué hacer. Entonces se encendió una luz. Y pensé que era una señal. Pero no era una señal. Seguramente eras tú yendo al baño.

Una mirada de reconocimiento cruza la cara de Desmond, que se vuelve y le da la espalda a Locke.

Vemos a Sayid avanzando por los acantilados camino del campamento de los Otros, empuñando la pistola. Llega al pequeño campamento y entra en una de las chozas, pero está completamente vacía.


Toda el área parece desierta. Abre la puerta de una segunda cabaña, pero no hay nadie. Entonces descubre la entrada al búnker y se dirige hacia ella, pero detrás de la puerta con el logo de Dharma sólo hay un muro de piedra.


El grupo de rescate sigue avanzando por el bosque hasta llegar a un claro. Entonces Kate ve algo que le llama la atención.

Kate: Jack.

Parece una enorme pila de... basura. Cuando se acercan a ella descubren que se trata de miles de tubos de plástico con el logo de Dharma, cada uno de ellos con un cuaderno dentro.


Sobre ellos se alza el tubo neumático que va a parar a la estación de La Perla. Este es el lugar donde ha estado escupiendo la información durante Dios sabe cuánto tiempo. En mitad de ninguna parte.

Kate abre uno de los recipientes y saca el cuaderno para examinarlo.


Hurley: ¿Qué son?

Kate: Está escrito a mano. Y está lleno... todo el cuaderno. Son anotaciones en un diario.

Sawyer coge un papel de la pila y vemos que se trata del mapa que dibujó Locke.


Kate: [Leyendo] "04:00 - S.R. mueve de nuevo la mesa de ping-pong". "04:15 – Se da una ducha". ¿Qué es esto?

Entonces Sawyer ve algo en la distancia.

Sawyer: Eh, doc, ¿cuál dijiste que sería la señal da Sayid cuando no hubiera moros en la costa, para la fiesta en la playa?

En la lejanía se divisa una columna de humo negro.


Kate: Eso quiere decir que les ha encontrado, ¿no?

Jack: Está a kilómetros de aquí. [Se vuelve hacia Michael muy enfadado] ¿Adónde nos llevas?

Michael: ¿Qué?

Jack: Sayid dijo que encendería una hoguera para que nos reuniéramos con él en la playa. ¿Por qué no vamos hacia la playa?

Michael: Vamos hacia la playa.

Jack: [Interrumpiéndole, gritando] ¡No estamos cerca de ninguna playa!

Michael: Escucha, tenía que...

Jack: ¡¿Qué?!

En ese momento escuchan susurros entre los árboles y todos miran alrededor asustados. Un dardo alcanza a Sawyer en el cuello y cae al suelo sufriendo fuertes convulsiones.

Kate: ¡Sawyer!

Jack: ¡Corred! ¡Vamos, vamos!

Kate y Jack salen corriendo mientras Hurley se agacha y se cubre la cabeza con las manos. Michael no se mueve de donde se encuentra y trata de actuar como si no hubiera nada que temer.

Michael: ¡Calma! ¡Esperad!

Otro de los dardos alcanza a Kate y también cae al suelo entre convulsiones. Jack dispara varias veces hacia los arbustos antes de volver junto a ella.

La coge sobre sus hombros y trata de escapar, pero un tercer dardo encuentra su pierna y los dos se derrumban sobre la tierra. Entonces vemos a los Otros acercándose para llevárselos.



Desmond y Locke siguen en el búnker esperando que el contador llegue a cero. Ahora marca 21 minutos.

Desmond: Cuéntame más acerca del otro búnker que encontrasteis. Esa... Perla.

Locke: ¿Qué quieres saber?

Desmond: Los detalles.

Locke: La Perla es una estación psicológica llena de pantallas de televisión. Y dos hombres se sentaban allí y llenaban cuadernos con anotaciones de lo que pasaba aquí, y entonces ponían los cuadernos en tubos neumáticos para que llegaran hasta el cuartel general. Para que pudieran evaluarnos como un experimento. [Desmond parece confuso y muy preocupado] ¿Qué?

Desmond: ¿Y si lo entendiste al revés?

Locke: ¿Al revés?

Desmond: ¿Y si el experimento no eran los dos hombres de aquí, sino los de allí? Mira, quiero ver esa cinta, John.

Locke: No puedes. No hay forma de verla aquí abajo.

Desmond: ¿Había algo más en esa estación? ¿Había un ordenador?

Locke: Sí.

Desmond: ¿Y qué hacía?

Locke: Nada. No hacía nada. Imprimía números. Montones y montones de números.

Desmond: ¿Y las hojas? ¿Dónde están?

Locke: Aquí. [Le da las hojas con los números] Material de lectura para los próximos diecinueve minutos. Que te diviertas.


Flashback. Desmond está en el cuarto de baño.

Inman: Te has afeitado todos los días desde hace tres años. Tienes que vivir un poco. Déjalo estar.

Desmond: Nunca voy a dejarlo, hermano.

Inman: [Se abrocha el traje amarillo] Oh, ese es el espíritu. Adiós, Des.

Desmond: ¿Adiós?

Inman: Sí. Adiós. Nos vemos en un par de horas.

Desmond se da cuenta de que hay una raja en una de las piernas del traje, por donde podrían entrar los agentes infecciosos. Inman se pone la máscara de gas, y cuando se ha ido Desmond coge un pañuelo y su mochila le sigue hasta el exterior, con el pañuelo tapándole la nariz y la boca. Inman se detiene entre los árboles y se quita la máscara, por lo que Desmond le imita y se baja el pañuelo. Aspira profundamente y no parece haber nada malo en el aire.

Desmond sigue a Inman por los acantilados hasta llegar junto a la playa, donde finalmente le pierde de vista. En la bahía que hay frente a él descubre su velero anclado y la lancha sobre las rocas.


Inman: [Desde detrás] Dios, no pensaba que tuvieses valor para venir detrás de mí. He sido agente secreto durante diez años, Des. Sé cuándo me están siguiendo.

Desmond: ¿Qué estás haciendo con mi barco?

Inman: Lo estoy arreglando.

Desmond: ¿Te vas?

Inman: Bueno, no ahora mismo. Todavía me falta como una semana. Lo destrozaste de verdad, Des. ¿Qué me dices? ¿Quieres venir conmigo?

Desmond: ¡¿Ir adónde?! ¿Qué pasa con el botón?

Inman: Que se joda. ¿Quién sabe si es real?

Desmond: ¡Eso no es lo que decías cuando hablabas sin parar sobre diques, electromagnetismo y medidas de seguridad!

Inman: Bueno, estaba borracho.

Desmond: ¡¿Por qué me mentiste?!

Inman: Te mentí porque necesitaba a un idiota que salvara el mundo cuando yo me fuera.

Desmond: Estás loco. ¡Bastardo! ¡Me has robado mi vida!

Inman: Oh, vamos.

Desmond: ¡¿Sobre qué más me has mentido?! ¡¿Sobre qué más?! ¡Dímelo!

Desmond coge a Inman por la camisa y los dos caen al suelo. Inman consigue levantarse y sale corriendo, pero Desmond se abalanza sobre él y le empuja, de forma que Inman se golpea la cabeza contra las rocas.

Desmond: ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! Levántate. Lev...

Desmond se mira la mano y se da cuenta de que está llena de sangre. Inman está muerto.

Desmond: Dios mío. Dios mío.

Desmond le arranca la cadena que llevaba al cuello, con la llave en ella, y corre de vuelta al búnker. Cuando entra en él la alarma está sonando escucha una voz repitiendo una y otra vez las palabras “Fallo del sistema”, mientras que todo el complejo tiembla a su alrededor. Parece a punto de derrumbarse. El contador ha llegado a cero y más allá de cero, y los números han sido sustituidos por una serie de jeroglíficos. Desmond se acerca al ordenador y trata de introducir el código, pero después de los primeros tres números lo único que aparece en la pantalla son las palabras “Fallo del sistema”. Los objetos metálicos salen volando hacia la pared imantada mientras todo sigue vibrando y cayéndose al suelo. Finalmente Desmond consigue introducir los números y el contador vuelve a marcar 108. La pantalla se vuelve negra y en ella parpadea el cursor, como de costumbre. Todo vuelve a la normalidad y Desmond suspira aliviado, tratando de reponerse del susto.

Fin del flashback.


Desmond examina las hojas con los números que Locke y Eko encontraron en la estación de La Perla.

Locke: ¿Qué estás haciendo?

Desmond: ¿Cuándo llegaste aquí?

Locke: ¿Qué?

Desmond: La isla. ¿Cuándo llegaste aquí? ¿Cuánto hace?

Locke: 60, 65 días...

Desmond: La fecha. ¿Cuál era la fecha?

Locke: El 22 de septiembre.

Vemos 922044:16 en una de las hojas, seguidos de las palabras “Fallo del sistema”, escritas una y otra vez.


Locke: Fue el 22 de septiembre.

Desmond: [Horrorizado] Creo que yo hice que se estrellara el avión.


Vemos a los Otros, con Friendly a la cabeza, empujando a Jack, Kate, Sawyer y Hurley por un embarcadero y obligándoles a arrodillarse cerca del borde. Michael les acompaña sin decir nada. También vemos a Alex y Klugh. Cuando les quitan las capuchas a Sawyer, Kate Hurley y Jack vemos que están amordazados.

Sawyer: [A través de la mordaza] Hijo de puta, voy a...


Pickett le da un rodillazo en el estómago.

Friendly: ¡Eh! Calma todo el mundo.

Kate: [A Friendly, a través de la mordaza] Es falsa. Sabemos que su barba es falsa.

Friendly: Lo siento, nena. No te entiendo.

Klugh: Dice que sabe que la barba es falsa, Tom.

Friendly: [Se quita la barba] Gracias por decirlo, Kate. No te imaginas lo que pica esta cosa. Y gracias por decirles mi nombre, Bea.

El viejo bote destartalado que asaltó a los ocupantes de la balsa se acerca al muelle y se detiene junto a él. El grupo lo observa mientras los Otros les apuntan con sus armas.


Henry se baja de la embarcación y resulta evidente que es quien está al mando. Se aproxima adonde se encuentra Jack.


Henry: Hola de nuevo. [A Friendly] ¿Dónde está tu barba?

Friendly: Creo que lo saben.

Henry: [A Michael] Muy bien. Vamos a ocuparnos de nuestros negocios, ¿de acuerdo?


Charlie recobra el conocimiento en el búnker tras la explosión y vemos que tiene manchas de sangre en el brazo. El sonido es apagado, para simular los efectos del estallido en sus oídos. Avanza por el pasillo hasta encontrar a Eko tendido en el suelo, inconsciente y cubierto de sangre.

Charlie: ¡Eko! ¡Eko! ¡Soy Charlie! ¡Despierta!

Charlie aparta una de las vigas de madera para liberar a Eko y entonces escuchamos la alarma sonando de fondo.


Vemos a Locke y Desmond en la cúpula junto al ordenador. Eko sigue examinando la lista de números.

Desmond: Tenemos que apretar el botón.

Locke: ¡No tenemos que hacerlo!

Desmond: ¿No me has oído, hermano? Yo hice que se estrellara el maldito avión.

Locke: ¿Y cómo lo hiciste?

Desmond: Ese día los números se convirtieron en jeroglíficos, y cuando apareció el último todo este sitio empezó a temblar. ¡Y la pantalla se llenó con “fallo del sistema”, “fallo del sistema”! [Señala el papel que tiene en la mano] “Fallo del sistema” Y ese número de ahí, sé lo que es, 92204, 22 de septiembre de 2004. El día que se estrelló vuestro avión. ¡Es real! ¡Todo es jodidamente real! ¡Ahora aprieta el maldito botón!

Locke: ¡Sé lo que vi! ¡Es una mentira! ¡No es real! ¡Nada de esto es real!

Desmond: ¿No quieres apretar el botón? Entonces lo haré yo.

Locke: ¡No!

Desmond corre hacia la mesa, pero Locke coge el monitor del ordenador y lo estrella contra el suelo mientras Desmond lo observa horrorizado. El contador señala tres minutos once segundos.

Desmond: Nos has matado. Nos has matado a todos.

Locke: No. Acabo de salvarnos a todos.

Desmond abre las puertas de emergencia y luego busca algo en la estantería. Charlie y Eko se encuentran al otro lado de la puerta.

Charlie: ¡Eh! ¡Eko! ¡Despierta! [A Desmond] ¡Eh! ¡Eh! Necesito ayuda. ¡¿Puedes ayudarme?!

Desmond: Lo estoy intentando, hermano.

Desmond finalmente encuentra lo que estaba buscando. El libro de Dickens.


Flashback. Vemos a Desmond en el búnker con una pistola en las manos. Apura el último trago en la botella y abre el libro de Dickens.

Dentro hay una carta que cae al suelo. Cuando la recoge ve que tiene escrito su nombre, y cuando la abre escuchamos la voz de Penelope leyendo las palabras.


Penelope: Querido Des, te escribo esta carta mientras vas hacia la cárcel. Y la he escondido en el sitio donde mirarás en el momento en que estés desesperado. Sé que te marchas con el peso de lo que ha pasado sobre tus hombros. Y sé que tú eres la única persona que puede quitártelo de encima. Por favor, no te rindas, Des, porque lo único que necesitamos para sobrevivir es una persona que nos ame de verdad. Y tú la tienes. Siempre te esperaré. Siempre. Te quiero. Pen.

Desmond solloza y lanza la botella contra la pared.

Desmond: ¡Todo se ha acabado! ¡Todo se ha acabado!

Desmond corre hacia la estantería y comienza a tirar todos los libros al suelo, desesperado. Luego le toca el turno a los discos, antes de que se siente a llorar en el suelo. Entonces escucha algo y vemos que se trata de Locke, golpeando la escotilla la noche que Boone murió.

Locke: [Desde fuera] ¡He hecho todo lo que querías que hiciera! ¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué?

Desmond enciende las luces del búnker. Y se ríe. Fin del flashback.


De vuelta en el búnker Desmond abre de nuevo el libro y encuentra la llave de emergencia. Corre hacia la rejilla que hay en el suelo la abre, para acceder al conducto inferior. El contador señala 29 segundos.

Desmond: Tres días antes de que llegaras aquí, de que nos conociéramos, escuché golpes en la escotilla, y gritos. Eras tú, John, ¿no? ¿Tú dices que no hay ningún propósito, que el destino no existe? Pero me salvaste la vida, hermano, para que yo pueda salvártela a ti.

Locke: ¡No, no! ¡No! ¡Nada de esto es real! No va a pasar nada. Estaremos bien.

Apenas si quedan cinco segundos.

Desmond: Ahora tengo que marcharme, y tú tienes que irte tan lejos de aquí como puedas.

Locke: ¡¿Ir adónde?! ¡Para!

Desmond: Voy a volar el dique, John. [Los jeroglíficos aparecen en el contador] Siento que pasara algo que te hiciera dejar de creer. Pero todo es real. Y ahora tengo que irme y hacer que desaparezca.

Locke: ¡Espera! ¡Desmond!

Desmond: Nos vemos en otra vida, hermano.

El último de los jeroglíficos aparece en el contador y el altavoz anuncia un fallo del sistema. Todo comienza a vibrar con fuerza mientras vemos a Charlie tratando de ayudar a Eko.


Charlie: ¡Eko! ¡Despierta! ¿Puedes andar? ¡Vamos!

Tenedores y cuchillos salen volando hacia la pared magnética, pasando muy cerca de Charlie y Eko. Prácticamente todos los objetos metálicos se ven afectados por la atracción y se deslizan o vuelan hasta el muro. Los dardos en la diana, las sartenes, las tapaderas, las latas de comida y las pesas. La bici e incluso el extintor. Una vez más todo parece a punto de derrumbarse.

Desmond finalmente consigue alcanzar el mecanismo de seguridad.

Charlie: Eko. ¡Muy bien, ven conmigo!

Eko: Charlie.

Charlie: No.

Eko empuja a Charlie y le tira al suelo. luego corre hacia la habitación donde sen encuentra el ordenador, mientras la lavadora está a punto de atropellar a Charlie.

Eko: ¡John!

Locke: [Horrorizado por lo que está sucediendo] Estaba equivocado.


Desmond se santigua e inserta la llave en el mecanismo de seguridad. Escuchamos la voz de Penelope leyendo la carta de nuevo.

Penelope: Lo único que necesitamos para sobrevivir es una persona que nos quiera de verdad. Y tú la tienes. Te esperaré siempre. Siempre. Te quiero.

Desmond: [Girando la llave] Te quiero, Penny.

Todo se vuelve de color blanco.

Henry, los Otros y el fallido grupo de rescate siguen en el muelle. El suelo se estremece bajo sus pies y vemos una luz muy brillante y un extraño sonido que hace que todo el mundo se tape los oídos con las manos.


Sayid, Sun y Jin también sienten los efectos en el barco, y se llevan las manos a los oídos para bloquear el desagradable sonido. Los supervivientes en la playa también reaccionan todos del mismo modo.

Entonces la luz y el sonido desaparecen y un extraño objeto cae del cielo. Bernard aparta a Claire de su trayectoria antes de que les golpee: se trata de la puerta del búnker, con la palabra “cuarentena” escrita en ella.

Charlie sale de entre los árboles mientras los supervivientes recogen los botes y bolsas de comida de la arena para volver a colocarlos en la despensa.

Bernard: ¿Charlie? ¿Estás bien?

Charlie: Es difícil saberlo. Mis oídos, ¿sabes?

Bernard: ¿Dónde está Locke? ¿Eko?

Charlie: ¿No han vuelto todavía?

Charlie ve a Claire y sonríe.


Henry habla con Michael en el muelle.

Henry: No me alegro del acuerdo al que llegaron contigo, Michael, pero... Conseguimos más de lo creíamos cuando Walt se unió a nosotros, así que supongo que esto es lo mejor. Y me dejaste ir, me dejaste libre. Nosotros siempre cumplimos nuestra palabra también. ¿Sabes manejar un barco?

Michael: Sí, sé cómo hacerlo.

Henry: Bien. Entonces vas a coger este barco y seguir rumbo 325 en la brújula. Y si haces exactamente eso, tu hijo y tú seréis rescatados.

Michael: ¿Cómo? ¿Sigo la brújula y nos rescatan a mi hijo y a mí?

Henry: Sí.

Michael: ¿Cómo sabes que no le contaré a la gente dónde he estado?

Henry: Puede que lo hagas, puede que no. Pero no importa. Una vez que te hayas ido no podrás regresar nunca. Y tengo el presentimiento de que no le dirás nada a nadie. Porque si lo haces la gente sabrá lo que hiciste para rescatar a tu hijo.

Michael: Mis amigos. Me prometisteis que no les haríais daño.

Henry: Un trato es un trato.

Michael: ¿Quiénes sois vosotros?

Henry: Somos los buenos, Michael. [Refiriéndose al barco] Muy bien. Es todo tuyo.

Michael: ¿Qué? ¿Crees que soy estúpido? ¡¿Dónde está mi hijo?!

Henry: Walt está dentro.

Michael corre hacia el barco.

Michael: ¿Walt?

Henry: Bon voyage, Michael.

Michael: ¡Walt!

Walt: ¡Papá! ¡Papá!

Michael: Ven aquí, ven aquí. [Se abrazan] ¿Estás bien?

Walt: Sí, estoy bien.

Michael: ¿Seguro? Vale. Ya te tengo. Ahora todo va a salir bien. Nos vamos a casa, Walt. Nos vamos a casa.

Henry le hace un gesto a Klugh para que le quite la mordaza a Hurley.

Klugh: Hugo, puedes volver a tu campamento.

Hurley: ¿Qué?

Klugh: Vuelve. Tu trabajo es decirle al resto de tu gente que no pueden venir aquí. Nunca.

Hurley: Pero... ¿qué pasa con mis amigos?

Henry: Tus amigos vienen a casa con nosotros.

Klugh: Vete.

Hurley mira a Jack esperando que le diga qué hacer y Jack asiente indicándole que se vaya.


Michael se marcha con Walt en el barco mientras los otros ponen de nuevo las capuchas a Sawyer, Jack y Kate.


Charlie y Claire están sentados junto a una de las hogueras en la playa.

Claire: ¿Qué ha pasado ahí abajo, Charlie?

Charlie: ¿Quieres oír la parte en la que casi me mata una bola de fuego o acerca del tenedor volante?

Claire: Quiero que hables en serio.

Charlie: No pasó nada.

Claire: Bueno, pasó algo. Es decir, ese ruido y el cielo se volvió de ese extraño color violeta.

Charlie: ¿De verdad?

Claire se vuelve molesta y Charlie sonríe. Entonces ella se inclina para examinarle la herida que tiene en el brazo.

Charlie: Ay, ay.

Claire le besa.



Vemos un paisaje nevado en mitad de una tormenta y luego el interior de un refugio lleno de aparatos y con ropa colgada para que se seque. Un hombre se sirve un café y se acerca a comprobar el calentador, mientras otro hombre le espera junto a un tablero de ajedrez. Los dos hablan en portugués.

Hombre 1: No te molestes, está roto. [Refiriéndose a la partida] Rompo tus defensas... y es lo último que sabrás de tu torre.

Hombre 2: Todo es parte del plan, amigo.

Hombre 1: Ah, entonces tu plan debe ser perder. Por favor. Mueve.

El segundo de los hombres se vuelve para mirar uno de los monitores y descubre un mensaje en la pantalla: “Anomalía Magnética Detectada”.

Hombre 1: ¿Qué?

Hombre 2: ¿Cuánto tiempo lleva haciendo eso?

El otro hombre se acerca a la mesa y busca algo en uno de los libros a toda prisa.

Hombre 2: Eso es, ¿no? Otra vez no nos hemos dado cuenta.

Hombre 1: No nos lo hemos perdido.

Empieza a sonar una alarma y el hombre se dirige hacia uno de los ordenadores.

Hombre 2: ¿Esta vez no es una falsa alarma?

Hombre 1: [Gritando] ¡Cállate y llama!


Un teléfono sobre una mesita de noche empieza a sonar.

Penelope: ¿Hola?

Hombre 2: ¿Señorita Widmore?

Penelope: Sí.


Hombre 2: Somos nosotros. Creo que le hemos encontrado.    




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Traducción: gwedynn



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