Episodio #218 - "Dave"

Emisión Original: 5 Abril 2006



Escrito por: Adam Horowitz & Edward Kitsis
Dirigido por: Jack Bender




Hurley y Libby están haciendo jogging en la playa.

Libby: ¿No es fabuloso?

Hurley: Creo que... prefiero respirar.

Libby: Vamos, lo estás haciendo genial. Ya sabes, el ejercicio es adictivo.

Hurley: [Resoplando] Vaya... Ya veo... Ya veo por qué.

Hurley se para y se agacha con las manos en las rodillas, tratando de recuperar el aliento.

Hurley: Supongo que tengo que perder algunos kilos.

Libby: Hurley, no seas tan duro contigo mismo. No va a pasar de la noche a la mañana. El metabolismo de algunas personas es más lento.

Hurley: No es mi metabolismo. [Tras una pausa] Estoy enfermo.

Libby: ¿Qué? ¿Qué pasa?

Hurley: No importa. [Hace ademán de marcharse]

Libby: Hurley, puedes confiar en mí.

Hurley: De acuerdo. Pero... es malo.


Hurley le enseña a Libby su escondite secreto en la selva. Retira unas hojas y vemos una improvisada despensa con montones de latas, botes y paquetes de comida, todos ellos con el logo de Dharma.

Hurley: Cuando nos estrellamos aquí pensé que no era tan malo. Como una dieta a base de mangos. La gente no se volvía a mirarme ni nada, pero me apreté el cinturón un par de agujeros. Entonces encontramos el búnker y estaba lleno de comida... toneladas de comida. Intenté repartirla toda, pero... Supongo que me guardé algunas cosas para mí. [Avergonzado] Ojalá pudiera librarme de ellas.

Libby: Puedes librarte de ellas.

Libby coge una bote enorme lleno de salsa ranchera y se lo da.

Libby: ¿Quieres cambiar? Entonces cambia.

Hurley abre el bote y tira la salsa al suelo. Luego repite el mismo proceso con el resto de la comida que tenía escondida: cereales, patatas fritas, chocolatinas... Mientras tanto Libby no deja de reírse y animarle. Los dos parecen estar pasándoselo en grande. En poco tiempo todo el suelo está lleno de restos de comida.

Libby: ¿Cómo te sientes?

Hurley: Oh. Me siento libre.

Los dos se abrazan y luego Libby le coge la cara entre las manos y le acaricia el pelo. Cuando parece que puede pasar algo más entre ellos varios de los supervivientes aparecen corriendo. Entre ellos se encuentran Sun y Jin, que les grita algo en coreano.

Sun: ¡Han encontrado algo! ¡Vamos!

Hurley y Libby les siguen hasta llegar al sitio donde lanzaron la comida la noche anterior. Todos los supervivientes se apresuran a examinar el contenido de las cajas y paquetes.

Hurley: [Desesperado al ver tanta comida de nuevo y a punto de perder los papeles. Después de lo que le ha costado librarse de la que tenía escondida...] No.

Charlie examina una de las cajas.

Charlie: Risotto, genial.

Libby: [A Charlie]: ¿De dónde ha salido todo esto?

Jin observa el paracaídas y luego levanta la vista hacia el cielo. Jin le dice algo a Sun en coreano.

Charlie: Locke dice que las puertas de emergencia le encerraron en el búnker. Puede que fuera por esto. Para que nadie viera quién lo lanzaba. ¿Alguno de vosotros vio un avión anoche?

Sawyer: Sí, yo lo vi, Tattoo. Pero decidí no contarlo.

La gente comienza a gritar y pelearse por la comida. Todos quieren llevárselo todo y cada uno de ellos trata de ejercer su derecho sobre las diferentes cajas.

Superviviente 1: Eh, suelta eso, tío. Vamos. Son míos.

Superviviente 2: Oh, tío, yo lo vi primero.

Hurley: No.

Superviviente 1: No. Me viste ponerlos en mi caja.

Superviviente 2: No.

Superviviente 1: ¡Dame mis cosas!

Sawyer: ¡Calma! Sois como langostas. ¿Qué tal si ponemos un poco de orden?

Charlie: ¿No debería encargarse de esto alguien en quien pudiéramos confiar?

Sawyer: ¿Como tú, cambia-pañales?

Charlie: No. Como Hurley. ¿Por qué no Hurley? Ya lo ha hecho antes. Puede hacerlo de nuevo.

Hurley parece completamente aterrorizado ante la idea de tener que encargarse de nuevo de la distribución de la comida.

Hurley: ¡No! ¡Ni hablar! ¡Yo no! ¡No, no de nuevo! ¡No!.

Libby: [Tratando de calmar un poco los ánimos, y calmar también a Hurley de camino] Eh, eh, chicos, chicos. ¿Y si nadie está al mando? Seguro que todo el mundo puede coger sólo lo que necesita.

Sawyer: Un plan genial, Rayo de Luna. Después de eso podemos cantar "kumbaya" y jugar los unos con los otros.

Los supervivientes hablan entre ellos, examinando la comida, intercambiándose cajas... Entonces Hurley se fija en un hombre calvo que se encuentra entre ellos, llevando una bata de estar por casa. El hombre se dirige hacia la selva y Hurley le sigue, incapaz de creer lo que está viendo.

Hurley: ¡Eh! ¡Eh!

Hurley corre tras el hombre, pero de pronto tropieza y cae al suelo. cuando levanta la vista encuentra uno de los zapatos del hombre entre la hierba.

Hurley: Uh-oh.


Hurley está sentado solo en la playa, dándole vueltas al zapato que encontró en el bosque. Libby se acerca y se sienta junto a él.

Libby: Eh. ¿Qué estás haciendo?

Hurley: Nada.

Libby: ¿A quién estabas buscando?

Hurley trata de esconder el zapato, colocándolo junto a él en la arena y empujándolo disimuladamente hacia atrás.

Hurley: A nadie.

Libby: Cuando saliste corriendo parecía que estabas buscando a alguien. Intenté encontrarte...

Hurley: Yo... No quiero hablar de ello.

Libby: Vale, claro. Muy raro, ¿verdad? Uno diría que la isla no te deja perder peso... Destruyes todo lo que tenías escondido y bang... Cae más comida del cielo.

Hurley: ¿Qué te parece?

Libby: Estoy orgullosa de ti.

Hurley: ¿Orgullosa de mí por qué?

Libby: Por no asustarte.


Flashback. Hurley está sentado en un sofá en una oficina. En la pared hay una foto de una paradisíaca isla desierta. Hurley lleva una bata puesta y la habitación parece ser la consulta de un médico.

Dr. Brooks: ¿Cómo va la dieta, Hugo?

Hurley: Ah, está bien. He comido ensalada y pechuga de pollo para almorzar.

Dr. Brooks: Eso es genial. Será más fácil, te lo prometo. He oído que te ha visitado a tu madre. ¿Cómo ha ido?

Hurley: Estuvo bien.

Dr. Brooks: ¿Entonces no sigues enfadado con ella?

Hurley: No. Sé que me metió aquí por una razón.

Dr. Brooks: ¿Y qué razón es esa?

Hurley: El accidente.

Dr. Brooks: ¿Quieres hablar de eso hoy?

Hurley: ¿Tenemos que hacerlo?

Dr. Brooks: Hugo, ya llevas aquí casi dos meses. ¿No crees que ha llegado el momento de empezar a ensuciarnos las manos? ¿Hmm? [Hurley no dice nada] Vale. ¿Por qué no hablamos acerca de... los deberes que te mandé?

Hurley: Nunca fui bueno haciendo los deberes.

Dr. Brooks: ¿Te acuerdas de lo que tenías que hacer? ¿Escribir una lista de las cosas que te gustan de ti mismo?

Hurley: Nadie más la ha hecho.

Dr. Brooks: ¿Nadie más? ¿Qué quieres decir?

Hurley: Bueno, Dave no la ha hecho. Dijo que era una idea estúpida.

Dr. Brooks: Bueno, ya sabes. Yo no soy el médico de Dave pero hemos hablado de que puede resultar una influencia muy negativa.

Hurley: Dave es la persona más normal que hay en este sitio, tío.

Dr. Brooks: Pero no quiere que cambies, ¿verdad?

Plano de una cancha de baloncesto. Un grupo de enfermos está jugando un desastroso partido. Hurley entra y ve a Dave entre ellos.

Dave: ¡Vamos, pásame la pelota! ¡Dame la pelota! ¡Colega, colega! ¡Estoy desmarcado! ¡Colega, colega! [Uno de los pacientes pasa junto a él con la pelota en la mano, pero no se la da] Se llama “regatear”. No “babear” sino “regatear". ¡Bueno, dispara entonces! ¡Dispara! [El paciente deja la pelota en el suelo bajo la canasta] Oh, un gran porcentaje de tiro. Una elección excelente. [A Hurley] ¿Quieres jugar, tío? Ve a por ello. Algo me dice que a nadie le importará. [Hurley no responde] ¿Qué te pasa?

Hurley: Nada.

Dave: [A los jugadores] Colega, colega, ¡suelta esa roca!

La pelota pasa por encima de la cabeza de Dave y va a parar a manos de Hurley.

Dave: Fantástico. ¡Dásela a alguien que ni siquiera está jugando! [A Hurley] Eh, es la noche de los tacos, colega. Vamos a largarnos de aquí. [Hurley aparta la mirada] ¿Qué?

Hurley: Brooks dijo... que eres negativo.

Dave: ¡No me digas! ¿Ya no quieres pasar más tiempo conmigo?

Hurley: No, no lo sé. Es que...

Dave: ¿Ese charlatán se está metiendo en tu cabeza, tío? ¡No le dejes! Tienes cosas mucho más importantes en las que pensar.

Hurley: ¿Como qué?

Dave: Si quieres los tacos blandos o crujientes. ¿Pollo o gambas? ¿Salsa ácida o picante?

Hurley: Sí, supongo que podría comer algo.

Dave: Sí, eso pensé. Noche de tacos, amigo.

Fin del flashback.


Locke está tumbado en una de las camas que hay en el búnker, moviendo los dedos del pie izquierdo mientras Jack evalúa el alcance de sus heridas en la pierna.

Jack: Bien. Ahora, ¿puedes mover el otro?

Locke mueve los dedos del otro pie, aunque parece que le cuesta trabajo y le duele bastante. Jack le examina la herida que le produjeron los topes de la puerta en la pierna.

Locke: ¿Está rota?

Jack: Sin una radiografía vas a tener que fiarte de mi opinión.

Jack le sujeta la pierna cerca de la herida y la mueve. Locke respinga de dolor.

Jack: Lo siento.

Kate entra en la habitación.

Kate: [A Locke] ¿Cómo estás?

Locke: Depende de la opinión de Jack.

Jack: Seguramente hay una pequeña fractura, muy fina.

Jack comienza a vendarle la pierna con un trozo de gasa.

Jack: Esto reducirá la hinchazón hasta que pueda entablillarlo.

Locke: ¿Cuándo podré andar?

Jack: No podrás apoyarla en un par de semanas. Hay una silla de ruedas en el campam...

Locke: [Gritando ante la idea de tener que volver a sentarse en la silla de ruedas] ¡No! No necesito una silla de ruedas.

Kate: Cogimos un par de muletas del fuselaje cuando nos mudamos a la playa. [Locke asiente] Vale. Vuelvo en un momento.

Kate se marcha en busca de las muletas. (¿Hay algo que estos chicos no tengan?)

Locke: Podría haberse escapado.

Jack: ¿Perdona?

Locke: Henry. Durante el bloqueo. Yo estaba herido. Podría haberse escapado... [Locke gime de nuevo de dolor cuando Jack presiona la herida] Pero él... volvió para ayudarme. ¿Por qué lo haría?

Jack: No volvió para ayudarte, John. Volvió porque pensó que no descubriríamos que su historia era mentira.


Henry está en la armería de nuevo, con los brazos atados sobre la cabeza mientras Sayid le interroga de nuevo.

Henry: Ya estaba muerto. [Ana entra en la habitación] Hace cuatro meses yo formaba parte del equipo de búsqueda. Henry Gale estaba tendido en la barquilla, con el cuello roto.

Sayid le hace un gesto a Ana para que no diga nada.

Sayid: ¿Así que ya estaba muerto?

Henry: Sí.

Sayid: Y entonces le enterraste y pusiste una señal en la tumba.

Henry: Sí.

Sayid se saca un billete de veinte dólares del bolsillo.

Sayid: Deberías haber comprobado su cartera antes de hacerlo. Supongo que Henry no tenía papel para escribir sus pensamientos. Así que tuvo que improvisar. No había mucho espacio para hacerlo. [Hay algo escrito en el billete y Sayid lo lee en voz alta] "Jennifer... Bueno, tenías razón. Cruzar el Pacífico no es fácil. Te debo una cerveza. Voy a ir a una de las playas para encender una hoguera. Pero si estás leyendo esto supongo que no lo conseguí. Lo siento. Te amo, Jenny. Siempre te he querido y siempre te querré. Tuyo, Henry." [A Henry] Dime... ¿Cómo le escribió una nota a su mujer si tenía el cuello roto?

Henry parece al borde de un ataque de pánico.

Henry: No fui yo. Yo no le maté. Vosotros no lo entendéis...

Sayid: ¿Cómo sabes el nombre de su esposa? ¿Le interrogaste?

Henry: Por favor, escuchad. Yo sólo soy...

Sayid: ¿Cuántos sois?

Henry: [Aterrorizado] Si te hablo de ellos, no tienes ni idea de lo que él hará.

Sayid: ¿Él?

Ana parece muy interesada al escuchar los comentarios de Henry.

Ana: ¿Te refieres a su líder? ¿El tipo con la barba?

Henry: [Incrédulo y casi riéndose] ¡¿Él?! Él no es nadie. ¡Nada!

Sayid: ¿Dónde está tu gente?

Henry: No puedo...

Sayid: [Gritando] ¿Cuántos sois?

Henry: ¡No lo entendéis!

Sayid le apunta con una pistola.

Sayid: Entiende esto.

Ana: Eh.

Sayid: Tienes tres segundos para responder a la pregunta. ¿Cuántos sois? Uno.

Henry: ¡Me matará!

Sayid: ¡Yo te mataré! [Le quita el pasador a la pistola] Dos...

Ana: ¡Sayid!

Henry: [Completamente aterrorizado] ¡No puedes hacerlo! ¡No soy una mala persona!

Sayid: Tres..

Sayid dispara, pero Ana consigue desviarle el brazo de modo que la bala se incrusta en el techo de la habitación.

Ana: ¿Qué demonios te pasa?

Plano de Locke tendido en la cama.

Locke: ¡¿Qué pasa?! ¡He oído un disparo!

Jack: [Entrando en la armería]: ¿Qué ha pasado?

Sayid: ¡Es un mentiroso!

Ana: [A Jack] Está bien. Sácale de aquí.

Sayid y Jack salen de la habitación.

Locke: ¡Jack! ¡Jack!

Jack asoma la cabeza por la puerta.

Jack: [Mirando a Locke y bastante molesto con él] Ya me encargo yo, John.

Locke golpea el techo con la mano en un gesto de frustración.

Henry: [A Ana] Gracias.

Ana: Cállate.

Ana cierra la puerta de la armería con la combinación, dejando a Henry encerrado una vez más.


Eko está cortando madera en la playa. Charlie se acerca a él arrastrando un palé .

Charlie: Hola. He notado que estás construyendo algo. Pensé que a lo mejor podrías usar esto, para lo que fuera.

Eko: Eso es muy considerado, Charlie. ¿Por qué no me ayudas?

Charlie: ¿Qué estás haciendo?

Eko: [Señala uno de los troncos] Sujeta ese extremo.

Charlie: ¿Es un Starbucks?

Eko: Ayúdame a llevar esos troncos, por favor.

Charlie: ¿Vas a contármelo?

Eko: Ahora no.

Charlie coge el otro extremo del tronco.


Hurley camina por la selva con el zapato en la mano. De pronto ve una caja de galletas en forma de pescado en el suelo, y tras dudar durante un par de segundos, la coge, la abre a tirones y se lleva puñados de galletas a la boca, como si estuviera completamente muerto de hambre. Es un milagro que no se atragante. Entonces levanta la vista y descubre a Dave, llevando un pijama y la bata.

Hurley: ¡No estás aquí!

Dave coge un coco del suelo y se lo lanza a Hurley, golpeándole en el estómago y haciendo que escupa las galletas. Dave coge otro coco y hace ademán de tirárselo también, pero en lugar de eso se da la vuelta y sale corriendo con el coco entre las manos. Hurley le sigue.

Hurley: ¡Eh! ¡Espera!

Hurley persigue a Dave por la selva.

Hurley: ¡Espera! ¡Dave!

Dave desaparece entre los árboles y de pronto Hurley se encuentra en la playa, en el punto donde Eko y Charlie están trabajando.

Charlie: ¿Estás bien, Hurley?

Hurley: ¿Habéis visto pasar a un tipo corriendo? ¿En bata? ¿Con un coco?

Charlie: No. He visto a un oso polar con patines y un mango.

Eko: No he visto nada, Hurley.

Hurley: [Se va] Sí. Yo tampoco.


Flashback. Hurley está en la sala común del hospital psiquiátrico, jugando Conecta 4 con Lenny.

Lenny: 4, 8, 15... [Repite los números una y otra vez, sin parar, a lo largo de la escena]

Hurley: Oh, colega.

Dave: Muy agudo, Leonard. [Lenny gana y reúne todas las fichas rojas] Estás usando tus números mágicos para desquiciarles, ¿verdad? Oh, sí, eso es. Te haces el tonto. Sé lo que intentas, tío.

Hurley: [Coge un trozo de apio de un plato que hay sobre la mesa y le da un mordisco] Sólo son números, colega.

Dave: [Refiriéndose al apio] Eh. ¿Qué demonios es eso?

Hurley: Un snack de media tarde.

Dave: Colega, eso es apio. El apio no es un snack. Leonard tiene crackers Graham. Deberías coger uno. No se dará cuenta. ¿Qué va a hacer, llamarte "23"?

Los dos se ríen y a continuación Hurley coge una de las galletas del plato de Lenny.

Una enfermera se acerca a ellos.

Enfermera: Vale, Hugo, aquí están tus medicinas.

Hurley: Hmm. Gracias, enfermera Lazenby.

Hurley hace ademán de tragarse las pastillas, pero Dave le detiene.

Dave: Colega, ¿quieres salir de aquí conmigo? No te tomes el tranquilizante para caballos.

Hurley: Qué quieres decir, salir de aquí?

Dave: Escapar, tío. Tú y yo. Tan pronto como podamos. Van a por ti, tío. Tenemos que largarnos.

Hurley: El Dr. Brooks dice...

Dave: Al Dr. Brooks no le importas lo más mínimo, tío. Él es quien te ha recetado esa mierda. ¿Qué demonios es?

Hurley: Clonazepam.

El Dr. Brooks entra en la sala y se acerca a ellos.

Dr. Brooks: ¿Hugo? ¿Pasa algo con tus medicinas?

Hurley: [Señala a Dave] No, eh... Dave y yo estábamos hablando acerca de cosas.

Dr. Brooks: Ya, bien. Siento interrumpir. Hola, Dave.

Dave: Hola, Dr. Brooks.

Dr. Brooks: ¿Cómo estás hoy?

Dave: Nunca he estado más cuerdo.

Dr. Brooks: He hecho algunas fotos para el tablón. Tengo de todo el mundo menos de vosotros. ¿Os importa?

Hurley: Vale.

Hurley mueve la silla de forma que esté más cerca de Dave.

Dr. Brooks: ¿Por qué no os acercáis un poco más?

Dave: ¿Vas a hacernos mirar al pajarito también?

Hurley le pasa el brazo por los hombros a Dave y los dos posan para la foto.

Dr. Brooks: [Sacando una Polaroid] Decid "patata".

Hurley: "Patata".

Dave: Genial.

Dr. Brooks: [Indicando el vasito de plástico con las pastillas] Vale. ¿Necesitas un poco de agua con eso?

Hurley: No, estoy bien.

Hurley se toma sus pastillas.

Dr. Brooks: Vale. Bien, nos vemos luego, chicos. Gracias por la foto.

Brooks se marcha. Hurley se vuelve hacia Dave, abre la boca y saca la lengua, enseñándole las pastillas que no se ha tragado.

Dave: Colega.

Hurley: Colega.

Dave: La revolución ha empezado, tío. Tranquilo. Volaremos cuando llegue el momento.

Fin del flashback.


Sawyer está sentado junto a su tienda comiéndose un paquete de galletas. Llevan el logo de la Iniciativa Dharma, pero son idénticas a las Oreo. Tira de la galleta de arriba, pero se le rompe en varios pedazos.

Hurley: [Apareciendo] Tienes que girarla... Para comerte el relleno. Si tiras de ella la romperás.

Sawyer: Bueno, eso es lo que me pasa por no acudir al experto en primer lugar. [Sawyer tira la galleta a la arena y coge otra de la bolsa] ¿Qué puedo hacer por ti, plato hondo?

Hurley: Estoy buscando algo.

Sawyer: Olvídalo. Ya no hago tratos. Tengo bastante comida para abrir una cadena de supermercados. ¿Crees que Sayid necesita un trabajo?

Hurley: Bueno, la verdad... esperaba que me hicieras un favor. ¿Recuerdas cuando te ayudé con aquella rana de árbol... a la que mataste?

Sawyer: Sí, me acuerdo.

Hurley: Verás, yo... Necesito un medicamento.

Sawyer: ¿Qué necesitas?

Hurley: Se llama clonazepam.

Sawyer: [Con la galleta en la boca] ¿Clonaze-qué? ¿Qué demonios es eso?

Hurley: Para que te calmes... cuando... ves cosas... que... se supone que no están ahí.

Sawyer: ¿Y qué estás viendo?

Hurley: No lo sé... puede que un tipo calvo llevando una bata.

Sawyer señala a alguien que se encuentra detrás de Hurley.

Sawyer: ¿Como ese tipo que hay ahí?

Hurley se vuelve de inmediato, pero por supuesto Dave no está allí. Sawyer se ríe, encantado de que haya picado.

Sawyer: [Riéndose] Te pillé.

Hurley: ¿Te crees muy gracioso?

Hurley está a punto de estallar debido a la rabia, incapaz de soportar ni por un segundo más las incesantes bromas de Sawyer. Se lanza sobre él y los dos caen al suelo, entre las lonas de la tienda.

Sawyer: ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Suéltame!

Hurley: ¡¿Quién demonios te crees que eres?!

Sawyer: [Tratando de librarse de Hurley] ¡Suéltame! ¡Suéltame, chuletas de cordero!

Jin y Sun salen de su tienda al escuchar los gritos, para tratar de averiguar qué está pasando. Sun le dice algo a su marido en coreano. Los dos parecen muy divertidos por la escena que se desarrolla ante sus ojos. Durante unos segundos Sawyer y Hurley desaparecen entre las lonas y sólo se escuchan sus gritos.

Hurley: [Dándole un puñetazo a Sawyer con cada palabra, un recuento de todos los motes que Sawyer le ha puesto desde que llegaron a la isla] ¡Corteza de cerdo! ¡Babar! ¡Jabba! ¡¿Stay-puft?! ¡Lardo! ¡Kong! ¡Plato hondo!

Sawyer: Suéltame. ¡Quitádmelo de encima!

Jin se ríe porque Sawyer está recibiendo su merecido, pero de todas formas se acerca a ayudarle.

Sawyer: ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Suéltame!

Finalmente Jin consigue que Hurley suelte a Sawyer.

Sawyer: ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Estás loco!

Hurley: [Muy ofendido y casi asustado] No estoy loco. No estoy loco.


Kate se acerca a Sawyer llevando un par de muletas en la mano.

Kate: [Sonriendo muy divertida] Así que te atacó, ¿eh?

Sawyer: [Molesto] Intenta contenerte un poco, Pecas.

Kate: [Sin poder contener la risa] ¿Qué? Estoy preocupada. Parece que te hubieran pateado el culo.

Sawyer: ¿No tienes ninguna aventura a la que apuntarte? Creo que Timmy se cayó a un pozo por allí.

Kate: En serio, vamos, ¿por qué iba...

Sawyer: No tengo ni idea. Yo no hice nada. Se me tiró encima.

Kate: Sin ninguna razón.

Sawyer: Vale. Vete y ríete a gusto todo lo que quieras. Pero no te acerques a él. Ese tipo está loco.


Hurley está en su tienda guardando una serie de cosas en su mochila. Libby se acerca a él.

Libby: ¿Hurley? Eh. ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado con Sawyer?

Hurley: No quiero hablar de eso.

Libby: ¿Le pegaste?

Hurley: Supongo que entonces ya sabes lo que pasó.

Libby: Estoy de tu parte. Me cuentes lo que me...

Hurley: Mira, no quiero hablar, ¿vale?

Guarda un bote gigante de mantequilla de cacahuete dentro de la mochila y se da cuenta de que Libby no le quita ojo de encima.

Hurley: ¿Qué?

Libby: Es un montón de mantequilla de cacahuetes.

Hurley: Bueno, adonde voy necesitaré un montón de proteínas.

Libby: ¿Adónde vas?

Hurley: Vuelvo a las cuevas. Ya nadie vive allí, así que no molestaré a nadie. Viviré solo y seré uno de esos tipos. Ya sabes, esos tipos locos, con una barba muy larga y sin ropas, que están desnudos y les tiran cosas a la gente.

Libby: ¡Hurley, no tienes que hacer eso!

Hurley: ¡Déjame solo! No puedes ayudarme. Nadie puede.

Hurley se marcha.


Hurley camina por la selva con paso decidido, pero entonces la mochila se rompe debido al peso y todo lo que llevaba dentro cae al suelo. El bote de mantequilla de cacahuetes se rompe al estrellarse contra la tierra y Hurley observa la mantequilla durante un momento antes de usar una hoja para recogerla del suelo y llevársela a la boca. Es una cantidad enorme de mantequilla y casi dan ganas de vomitar, pero él intenta tragársela pese a todo. Entonces escucha pasos y cuando levanta la vista descubre a Dave a pocos metros de él. Le mira los pies y se da cuenta de que sólo lleva uno de los zapatos.

Hurley: ¡No estás aquí! Estabas en el hospital. No puedes estar aquí.

Dave: Lo siento, colega. Estoy aquí.


Flashback. Hurley está con el Dr. Brooks en su consulta, leyendo la lista que ha escrito.

Hurley: "Me gusta tener una buena relación con mi madre. Me gusta hacer reír a mi abuelo Tito. Me gusta el pollo."

Dr. Brooks: No, esa última no iba sobre ti, Hugo.

Hurley: ¿Me gusta que me guste el pollo?

Dr. Brooks: Dime... ¿Cómo te sentiste al escribir eso? ¿Fue difícil?

Hurley: Más o menos. Creo que cometí varias faltas de ortografía.

Dr. Brooks: He notado que no dices nada acerca de tu aspecto. ¿Estás... a gusto con tu apariencia?

Hurley está repatingado en el sofá, mostrándose en todo su esplendor.

Hurley: No es que... Es decir, no puedo hacer nada por evitarlo, ¿verdad? [El Dr. Brooks se limita a mirarle] Si yo, eh... Si yo... No estuviera tan gordo... No se habrían muerto.

Dr. Brooks: Había veintitrés personas en el muelle y lo construyeron para ocho... se habría hundido aunque tú no te hubieras asomado.

Hurley: Sí, pero yo me asomé, y se vino abajo. Les maté.

Dr. Brooks: Fue un accidente.

Hurley: Fue culpa mía.

Dr. Brooks: Pero después de que esa gente muriera estuviste casi en estado catatónico. Dejaste de hablar, de salir, de dormir. Pero no dejaste de comer. Porque es así como te castigas a ti mismo.

Hurley: Dave tiene razón acerca de usted. No es nada más que un charlatán.

Dr. Brooks: Dave no quiere que pierdas peso, ¿verdad?

Hurley: ¿Sabe?, Dave se preocupa por mí. Es mi amigo.

Dr. Brooks: Vale. Deja que te enseñe una cosa.

Brooks coge el historial de Hurley y saca la Polaroid de él.

Dr. Brooks: Puede que te moleste. Esta es la foto que os hice para el tablón.

Hurley observa la foto casi en estado de shock.

Dr. Brooks: Dave no es tu amigo, Hugo. Porque Dave no existe.

Entonces vemos la foto. Hurley está sentado junto a una silla vacía, con el brazo alrededor de... nada. Allí no hay nadie más.

Hurley está acostado cuando Dave entra en su habitación. Trata de despertarle, pero Hurley duerme como un tronco y le cuesta bastante trabajo.

Dave: ¡Psst! ¡Eh, despierta, colega! [Hurley abre los ojos y se incorpora] Por fin. Podrías dormir mientras hay una maldita carrera de coches.

Hurley: Tío, tú no eres... tú... Eres una alucinación. [Dave le da una bofetada] Ay.

Dave: ¿Eso ha sido una alucinación?

Hurley: Puede que me haya imaginado que me has pegado. [Dave le abofetea de nuevo] ¡Ay! ¡Maldita sea!

Dave: Podemos estar haciendo esto toda la noche.

Hurley: El Dr. Brooks me enseñó la foto del estudio. Yo tenía el brazo alrededor de... nada.

Dave: [Sin darle la menor importancia] Eh, ¿Kinko? ¿Photoshop? ¿De verdad crees que destruyeron la “Estrella de la Muerte”?

Hurley: No.

Dave: Entonces deja de decir tonterías. Vamos, tenemos un horario que seguir.

Dave se dirige hacia la puerta, pero Hurley no le sigue.

Dave: ¿Vienes o no, colega?

Finalmente Hurley se levanta y le sigue. Cuando avanzan por el pasillo descubren un plato de comida encima de un carrito

Dave: Eh, mira. Marcus no se ha acabado la lasaña. Es un desperdicio, tío. ¿La cogemos para el camino?

Hurley coge el plato y empieza a comerse la lasaña de inmediato. Siguen caminando hasta llegar a un punto desde el que pueden observar al guarda a través de una rejilla en el suelo. Dave le hace un gesto a Hurley para que guarde silencio.

Dave: ¡Shh! Espera, espera...

El guardia mira su reloj y se marcha. Dave y Hurley prosiguen su camino hacia la libertad.

Dave: De puntillas, grandullón. Vámonos.

Llegan hasta la habitación común y se acercan a una de las ventanas, que está cerrada con un candado. Hurley no reacciona, por lo que Dave tiene que increparle.

Dave: Vale, tío. Tú tienes las llaves, hombre. Las cogiste antes de la mesa de Brooks.

Hurley parece muy sorprendido cuando las encuentra en su bolsillo.

Dave: Vamos, tío. Ábrela, ábrela.

Hurley abre el candado y descorre las rejas que hay en la ventana.

Dave: Oh, oh, oh... ¿puedes saborearlo? Es la libertad, baby. ¿Tienes idea de qué sabe mejor que la libertad? Las hamburguesas de queso. ¡Ja ja ja ja!

Dave salta por la ventana abierta.

Dave: [Desde el exterior] ¡Vamos, tío! Yo pago las patatas con chili.

Hurley: [Sin moverse del sitio]No creo que pueda hacerlo. Lo siento.

Dave: ¿Lo sientes? ¿Estás de broma?

Hurley: No eres real. Intentas convencerme para que me escape a buscar hamburguesas porque quiero hamburguesas.

Dave: ¿Te has tomado las pastillas?

Hurley: No, tío. Yo no voy. Mira, tú no quieres que me ponga mejor. No quieres que cambie.

Dave: No tienes que cambiar, tío. Estás bien. Genial.

Hurley: No, no lo estoy. Quieres que siga estando gordo. No quieres que me ponga mejor. No te importaría si como hasta morir.

Dave: No hagas esto. Si no vienes conmigo ahora mismo, no saldrás nunca de aquí.

Hurley: Adiós, Dave.

Hurley cierra la ventana y le pone de nuevo el candado. Fin del flashback.


Hurley está en mitad de la selva con los ojos cerrados, como si eso pudiera hacer que Dave desaparezca. Pero cuando los abre Dave sigue allí, y parece estar pasándoselo muy bien. Hurley cierra los ojos y los abre de nuevo. No hay forma, Dave sigue en el mismo sitio.

Dave: No tendrás mi zapato, ¿verdad?

Hurley se lo da.

Dave: Gracias. [Lo mira molesto] ¡Oh, vaya! Lo has manchado de mantequilla de cacahuete. Vale, mira... Sé que ahora mismo estás muerto de miedo, y lo siento. Pero las cosas se pondrán peores antes de mejorar.

Hurley: ¿Peores?

Dave: Sí... en cierto modo. ¿Estás listo, colega? [Hurley asiente] ¿Te acuerdas de la noche en que me cerraste la ventana? [Hurley asiente de nuevo] ¿Te acuerdas de lo que hiciste después de esa noche?

Hurley: Sí. Me di cuenta de que eras imaginario.

Dave: Mmmmhmmm.

Hurley: Y eso fue todo un adelanto. Y un poco después Brooks me dejó salir y me fui a casa a vivir con mi madre, y recuperé mi trabajo en Mr. Cluck's y me puse mejor.

Dave: Vale, bien. Genial. Sí. Excepto porque... Nada de eso ha pasado.

Hurley: ¿Qué?

Dave: Sigues en Santa Rosa, tío. Nunca saliste del hospital.

Hurley: Eso... no es posible.

Dave: Es duro, lo sé. Pero, es decir, todo esto. ¿Tú, yo, la isla? La mantequilla de cacahuetes... nada de esto es real. Nada de esto está pasando. Todo está en tu cabeza, amigo. En el momento en que cerraste la ventana tu cerebro se vino abajo. Volviste a entrar en coma, y ahí es donde sigues ahora mismo... en tu Idaho privado, en Santa Rosa.

Hurley: No. Tenía... mi madre... mi amigo Johnny... ¡Gané la lotería!

Dave: ¡Whoa, wow! ¡Increíble, colega! ¿Qué números jugaste? Los números de Leonard, ¿verdad? ¿Del hospital? Vaya coincidencia. ¿Los has visto en algún otro sitio?

Hurley: El búnker.

Dave: ¡Bingo! El búnker, con un botón que tienes que pulsar cada 108 minutos, o el mundo se acaba. Oh, oh, oh, ¿y cuál es el código para el botón? Oh, sí. Los números.

Hurley: Pero me puse mejor. Cambié.

Dave: [Mirándole] ¿Cambiaste? ¿Estás de broma? Mírate. Llevas dos meses en una isla desierta y no has perdido ni cinco kilos. ¿Cómo es posible?

Hurley: He destruido la comida que tenía escondida y he estado haciendo ejercicio. Libby dice que no pasará de la noche...

Dave: Oh, sí, sí, Libby. La chica rubia mega-guapa que llegó mágicamente del otro lado de la isla. Oh, oh, oh, sí. Y que resulta que se siente atraída... ¡por ti! Venga, tío. Vamos a dar un paseo.

Dave y Hurley pasean por la selva.

Hurley: ¿Todo esto sólo está en mi cabeza?

Dave: Cada roca, cada árbol. Cada rana de árbol. Incluso yo. Mi yo verdadero, el que te dijeron que era imaginario... se fue por esa ventana, tío. Seguramente ahora se está ligando a una tía buena tras otra. No como yo, que realmente eres tú, que tiene cosas más importantes que hacer.

Hurley: Así que yo te estoy creando.

Dave: Más o menos. Soy una parte de tu subconsciente. Igual que toda la gente que hay en la isla.

Hurley: ¿Qué parte de mí eres?

Dave: Soy la parte que quiere que te despiertes. Sígueme.

Están junto a un acantilado muy alto.

Dave: Esto es, colega.

Hurley: ¿Esto?

Dave: ¡El gran final! La respuesta a todos tus problemas. Una forma de que te despiertes y lo dejes atrás.

Hurley se acerca al borde y la vista marea. En el fondo vemos el mar y una serie de rocas. Si alguien se cae desde aquí, no sale con vida.

Hurley: No quiero matarme.

Dave: ¿Quién dijo nada acerca de matarte? Esto va a devolverte a la vida. La única forma de salir de esto es decirle a tu mente que no te crees nada de esto.

Hurley: Así que... si yo... ¿Todo esto desaparecerá? ¿Me despertaré?

Dave: Eso es. Y cuando te despiertes ven a buscarme. Seguro que te echo de menos. Nos vemos en otra vida, Hurley.

Dave se coloca de espaldas al acantilado y se deja caer hacia atrás, sin parar de reír mientras cae al vacío.

Hurley: ¡Dave!


Ana está sentada en uno de los sofás en el búnker, junto a la puerta de la armería. Locke se acerca a ella.

Locke: ¿Jack no ha vuelto todavía?

Ana: No. Les está contando a la gente de la playa que tenemos a uno de los Otros. Algo me dice que la gente tiene un montón de preguntas acerca de nuestro invitado.

Locke: Quiero hablar con él.

Ana: No creo que eso esté en el programa de hoy.

Locke: Con el debido respeto, Ana Lucía, no me importa lo que creas. [Ana le mira sin decir nada] Cinco minutos. Me he ganado cinco minutos con él.

Ana abre la puerta para dejarle entrar en la armería.

Locke: [A Henry] ¿Cómo te llamas? ¿Cuál es tu verdadero nombre?

Henry: ¿Por qué no sigues llamándome Henry? Ya me he acostumbrado.

Locke: ¿Dejaste que te cogieran a propósito? Tú y tu gente lleváis aquí Dios sabe cuánto tiempo, y caes en una red...

Henry: Dios no lo sabe.

Locke: ¿Perdona?

Henry: Dios no sabe cuánto tiempo llevamos aquí, John. No puede ver esta isla mejor de lo que la ve el resto del mundo. ¿Puedo preguntarte algo? [Refiriéndose a las heridas y las sesiones de tortura] ¿Qué razones podría tener... para querer pasar por todo esto?

Locke: Puede que tu gente estuviera buscando este sitio.

Henry: [Incrédulo] ¿Este sitio? Este sitio es una broma, John.

Locke: ¿De qué estás hablando?

Henry: Me arrastré por los conductos y me quedé de pie frente al ordenador mientas sonaba la alarma. ¿Y sabes lo que pasó? El contador llegó a cero. Y en su lugar aparecieron unos dibujos rojos. Parecían jeroglíficos, pero no soy un experto. Y entonces las cosas se pusieron verdaderamente interesantes. Había un ruido muy alto, golpes, y como un zumbido... como un imán, un imán muy grande. Estaba muy asustado. ¿Y sabes qué pasó luego? No pasó nada, John. No pasó nada en absoluto. Tu contador volvió a 108. Nunca tecleé los números. Nunca pulsé el botón.

Locke: Estás mintiendo.

Henry: No, no más mentiras.


Hurley mira hacia abajo desde el acantilado.

Hurley: ¡Dave!

Libby aparece de entre los árboles.

Libby: ¿Quién es Dave?

Hurley: ¿Qué estás haciendo aquí?

Libby: ¿Qué estás haciendo tú aquí?

Hurley: ¿Cómo sabías dónde estaba?

Libby: Jin te vio mientras estaba pescando.

La ha cogido en una mentira. Parece que Dave tenía razón después de todo.

Hurley: ¡Hah! Jin no habla inglés.

Libby: Sun estaba con él. Me lo tradujo. Hurley, ¿qué pasa?

Hurley: ¡No! Eres la parte de mí que está asustada. No quieres que me despierte. Vaya, ¿sabes algo¿ No estoy asustado.

Hurley retrocede un par de pasos, hacia el borde del abismo.

Libby: Vale. Vale, Hurley... Tienes una especie de ataque de pánico. Lo entiendo. Pero tú no eres así.

Hurley: ¿Así? Tú no me conoces.

Libby: Estaba empezando a hacerlo.

Hurley: Sí bueno. ¿Sabías que estoy tan gordo que maté a dos personas? ¿Y que tengo un amigo imaginario?

Libby: [Asustada] Hurley, por favor. Vas a hacerte daño.

Hurley: No, ¡no lo haré! Porque esto no está pasando. ¡Nada de esto! Me lo estoy imaginando. No es la vida real.

Libby: ¿Por qué dices eso?

Hurley: Porque en la vida real... Ninguna chica se fijaría en mí. ¿Recuerdas cuando te dije que te conocía de alguna parte? Bueno, puede que sea porque yo te creé.

Libby: [Tratando de demostrarle que se equivoca] ¿Cómo se llamaba el hombre que se rompió la pierna? El día del accidente, al otro lado de la isla, Eko me trajo un hombre con la pierna rota, para que le ayudara. ¿Cómo se llamaba?

Hurley: [Dudando y muy inseguro] No... no lo sé.

Libby: No lo sabes. ¿Y sabes por qué? Porque me pasó a mí. Se llamaba Donald y yo le enterré. Enterré a mucha gente, Hurley. Así que no me digas que no fue real. Y no me digas... que tú me creaste. Es insultante.

Hurley: [Insiste] Cuando me viste esta mañana en la playa... ¿Tenía un zapato en la mano?

Libby: No que yo me acuerde. [Le sujeta la cara entre las manos] Hurley... mírame. Soy real. Tú eres real. Lo que siento por ti... es real.

Libby le besa.

Libby: Y eso... ha sido real.

Hurley: [Sonriendo] A lo mejor deberías volver a hacerlo... para estar seguro.

Libby: ¿Listo para volver?

Los dos se dirigen de vuelta a la playa.

Hurley: ¿De verdad crees que puedo... ya sabes... cambiar?

Libby: Sí. Sí, lo creo.


Flashback. Vemos de nuevo la escena en la que el Dr. Brooks le hace la foto a Hurley y a Dave.

Dr. Brooks: ¿Por qué no os acercáis un poco más?

Vemos a Hurley, rodeando la nada con su brazo. Dave no está allí.

Dr. Brooks: Decid "patata".

Hurley: Patata.

Dr. Brooks: ¿Necesitas un poco de agua con eso?

Hurley: No, estoy bien.

Una de las pacientes está mirando a Hurley, pero sólo podemos verla de perfil.

Dr. Brooks: Nos vemos luego, chicos. Gracias por la foto.

La mujer está muy despeinada y parece medio loca, pero está claro que se trata de Libby.

Enfermera: Aquí está tu pastilla, Libby.




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Traducción: gwedynn



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